17. DEPILACIÓN DE NARIZ
Una mañana tranquila me encontraba con mi compañera reponiendo la tienda, cuando aparece un hombre de unos sesenta y pico años, bajito y corpulento de pelo oscuro, un tanto acelerado buscando un aparato para poderse quitar los pelos de la nariz. El hombre no paraba de hablar de porque quería el aparato con pelos y señales (no hacía falta tanta explicación, pero quien paraba esa locomotora): Señor:- A ver si me sirve… ¿Qué precio tiene?... puedo ver el aparato… es que no encuentro ninguno que funcione… a ver, a ver…-. Le saco el aparato y rápidamente me lo quita de las manos y empieza a abrir la caja para sacarlo, no me deja articular palabra, el hombre solo hablaba y hablaba sin escuchar: Señor: -¿Qué va con pilas?... ¿cortará no?- Mi compañera que se encontraba detrás de él no paraba de reír en silencio, yo intentaba no mirarla porque se me escapaba la risa. Pero ya no pude aguantar más la risa, cuando ese hombre me dice: Señor: -¿Cortará bien?... ayer estuve