Sábado por la mañana, a falta de cinco minutos para cerrar. Fue un sábado de mucho trabajo, no pare en toda la mañana. Me disponía a hacer caja (los sábado por la tarde no se trabaja), cuando de repente entran dos mujeres en la tienda. Ninguna de las dos tenía pinta de haber cerrado rápido su negocio para comprar antes de que yo cerrara, como puede pasarle a mis compañeras comerciales de la zona. Con la tranquilidad que entraron venían de haberse paseado por toda la zona comercial. Una de ellas, la más alta y delgada, llevaba el pelo ondulado a media melena de color rojo anaranjado. Portaba unas gafas de pasta en un rostro sin maquillar y vestía estilo “hippie” con unos pantalones bombachos y camiseta de mangas cortas. La otra mujer era todo lo contrario, bajita y rellenita, tenía el pelo oscuro, corto y muy rizado. Ella vestía algo más casual, pantalones vaqueros y camiseta. Las dos podrían tener unos cuarenta y tantos añ
Me quedaba solo una hora para terminar mi jornada laboral, y todavía tenía que colocar los últimos maquillajes del pedido que llevaba liada desde hacía tres días. Mientras, una clienta alucinaba con los nuevos colores de esmaltes de temporada y dudando que color iba a comprar. De pronto aparece una chiquilla de unos 16 años, vestida con un atuendo sport, gafas de pasta y pelo rubio alborotado recogido con un moño mal peinado; no paraba de mordisquearse el dedo indice, señal que se trataba de una chica un tanto tímida. Cuando se encontraba a escasos dos pasos de mí, me pregunta con un tono de voz muy bajito para el oído humano: Chica: -Hola, ¿me puedes ayudar a buscar un maquillaje para mí?-, (mi yo interior pensó: -¡¡Uff!! Maquillajes ahora no-). Me centré, levante la mirada y saque una sonrisa para no asustar a la introvertida clienta, me acerque al stand de maquillaje y le indique los maquillajes que tenía: Yo:-¿Lo quieres fluido o más tipo mousse?- pregunté. Al
Una tarde, me encontraba de lo más tranquila reponiendo productos en la tienda, cuando de repente entra una chica de unos veintitantos años, bajita y regordeta, con una melena larga ondulada de color castaño claro. Vestía con ropa cómoda con camiseta ancha de mangas cortas y unas mallas negra. Su aptitud era algo nerviosa, tenia una vibración por todo el cuerpo y no se quitaba la mano de la boca, mordiéndose las uñas. Yo: -Dime ¿en qué puedo ayudarte?- le digo mientras me acerco a ella. Ella sonriente me dice: -Hola, necesito ayuda sobre las sombras de ojos- Yo: -Claro, ¿Qué tono de color buscas?- Le saco el muestrario de colores de las sombras y ella se acerca sin quitarse la mano de la boca a mirarlas. Clienta: -No sé, ósea- (aunque su apariencia no se le notaba, a la hora de hablar parecía que estaba imitando a una pija). Vamos a ver, es que yo voy a una boda y mi vestido es azul eléctrico. Y no sé qué color me puede ir bien, ¿tú me entiendes?-. Me ofrecí a
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