22. LAS PARANOICAS DE LOS COLORES


Tengo un tipo de clientas que  suelen venir cada mes con la misma duda existencial… Que color de pelo me pongo.

Me hacen que le saque la carta de colores de tinte que usa todos los meses, ellas mientras sacan la solapa cortada de la caja de tinte, con el número del último color que usó (cosa que agradezco).  

Vamos a poner que la clienta usa el color 6,13 de la marca que siempre compra.  Empieza mirando la carta color por color, mientras te cuenta el mismo problema que tienen todos los meses: 

Clienta:-¡Vamos a ver! me gustaría cambiar. Es que el color me lo veo pajizo… ¿Cómo lo ves?- 

Yo: -Pues… yo te veo bien, un color marrón, como el color que me traes.  ¿Sobre qué tono quieres cambiar? ¿Dorado, ceniza, beige…?-

Se queda pensativa sin parar de toquetear los pelos que sobresalen de la carta de colores, como si de tanto frotarlos le saliera la inspiración.

Clienta: -Mmmm… creo que voy a probar con este- 

Me señala el color 6,31 (no es que se diferencie mucho del que lleva, ya que los matices 3 y 1 son los mismos pero en distinto orden, la diferencia que el matiz que va primero, en este caso es el 3, lleva en el color más matiz que el segundo, en este caso el 1).

6´13= Lleva mas ceniza (1) que dorado (3)
6´31= Lleva mas dorado (3) que ceniza (1) 


Si no tienes mucha idea de como van los colores de los tintes, te voy a dar una breve explicación:
Esto significa que el tinte que suele llevar la clienta y el que quiere cambiar, no tiene muchas diferencias.  Uno lleva mas dorado que ceniza (6´31) y el otro mas ceniza que dorado (6´13).

Después de esta explicación continuo con la conversación con mi clienta.

Me acerco a la estantería de los tintes para coger el 6´31, cuando me dice:

Clienta: -No, espera… y si me cambia mucho el tono-

 La miro y le digo: -No le va a cambiar tanto, solo un poco-.  

Vuelve a quedarse pensativa diciendo: 

Clienta: -No sé, no sé… ¡uff! ¿Qué hago?-

Yo:  -No le va a quedar tan distinto- le digo intentando ayudarla con su decisión. 

Me mira y me dice: 

Clienta: -¿Entonces no se me va a notar nada el cambio?- 

Yo: -Algo cambiará pero no mucho, este es un poco más dorado del que usas, aunque sigue dentro de la gama de color-

La clienta empieza a ponerse nerviosa.

Clienta: -¿Entonces sí me va cambiar mucho el color?... ¿qué hago?-, y vuelve a toquetear los pelos de la carta cada vez con más fuerza.

Yo que ya se me sé la repuesta final (todos los meses me vienen con la misma historia) intento no desesperarme, y la dejo mirar la carta una y otra vez.  De pronto parece que coge valor y dice: 

Clienta: -Venga me la juego… dame el 6,31 a ver cómo queda-

 Me acerco sin muchas ilusiones, lo cojo, le pregunto si necesita agua oxigenada para mezclar con el tinte, ella sigue todavía no muy conforme, le voy a cobrar… cuando me dice:

Clienta: -Mira lo siento, dame mejor el que me llevo siempre… Vaya que me quede otro color y la vayamos a liar-. 

Y así todos los meses. 



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